carlos amérigo: producción
ensayo fotográfico


Inicié este trabajo a partir de una experiencia vivida dando clases de fotografía, en la que les hacía tomar, el primer día de clases a cada alumno, una foto con cámara digital compacta de un solo lente. Imprimía las fotos y el resultado era que todas, en un alto porcentaje, eran iguales; cambiaba solo la persona y el fondo.

 

 

Es a partir de esta experiencia que hago lo mismo, pero en la calle, con cualquier persona que se me cruza en el camino, conocido o no. Le ofrezco la cámara, en esta ocasión una compacta de película tradicional con rollo blanco y negro y le pido que me tome una foto colocándome en posición y lugar que luego pueda identificar; luego tomo el autoretrato junto a la persona que me tomó la foto.

En realidad, mi propuesta era desarrollar un ensayo, o sea, demostrar que el común de la gente ve igual a través del visor de la cámara; pero se fue dando una relación humana afectiva, muy particular; cómo el hecho de hacer participar a la persona rompe esa cosa de "desconocido" y establece un diálogo y acercamiento poco comunes: desde el Intendente de la ciudad de Montevideo pasando por cuidacoches, personajes de la televisión, niños, recolectores de residuos, etc. Es entonces que concluyo que el resultado de este ensayo demuestra lo afectivo del uso de una cámara fotográfica.
La lectura final se la dejo al espectador que ve este trabajo
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nuevadim@adinet.com.uy

Nota: autoretrato porque visualmente no me gusta con la  "rr"
Soy mexicano y resido actualmente en Montevideo, Uruguay, donde he desarrollado este trabajo. La fotografía que tomó la persona es protagonista y el autoretrato es solamente la referencia para que se reconozca la persona que me tomó.